La propagación del coronavirus ha sido un tema de alarma a nivel mundial y ha afectado a la sociedad hasta niveles jamás imaginados. Pero, más allá de las múltiples consecuencias sociales y económicas que ha provocado, un tema de discusión más que recurrente entre epidemiólogos es la facilidad con que se ha dado la propagación del coronavirus.
Más allá del tema de discusión sobre si la humanidad estaba preparada o no para una pandemia, vale la pena analizar cuáles han sido los factores que han propiciado que esta enfermedad haya logrado ser más peligrosa para el mundo que otras pandemias también contemporáneas como la gripe porcina, la gripe aviar o el Ébola.
La propagación del coronavirus
Lo primero que se tiene que entender es que la propagación del coronavirus no se parece a la propiciada por alguna otra enfermedad en el pasado. Más allá de sus altos índices de contagio, el coronavirus tiene una característica que dista mucho de parecerse a cualquier otra enfermedad que haya afectado a la humanidad en el pasado. Esta es su particular sintomatología.
Sintomatología
La sintomatología del coronavirus es asintomática por un máximo de catorce días después del contagio. El problema radica en que durante este tiempo las personas infectadas son capaces de transmitir el virus a la vez que continúan con su vida diaria.
Esta característica única, en combinación con las limitadas medidas de prevención tomadas por la mayor parte de los gobiernos mundiales, han sido los factores claves para que el virus haya causado un impacto tan alto.